Lolo se controla con sencillez y facilidad. Se maneja en un escenario con vista cenital y todos los pasos que dá el personaje están, por decirlo de alguna manera, insertados dentro de un patrón de movimiento cuadriculado... Vamos, que cada paso que se da se corresponde a medio cuadrito. De ahí que tengamos que tener cuidado con no dar pasos no deseados que nos fastidiarán un nivel.
Por otra parte, Lolo responde bien y rápido a las órdenes que le damos, y aunque en este juego los reflejos y las reacciones rápidas no están a la orden del día, sí que hay que tener muy encuenta la precisión, de forma que Lolo no derrapa y su velocidad de movimiento es convenientemente constante.
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